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Una serie de protestas violentas comenzaron en Nicaragua la semana pasada. La censura de la prensa ha dejado algunos en el pais cruzando las fronteras por el Internet para difundir el mensaje.
Un estudiante de la Universidad Politécnica de Nicaragua, o UPOLI, fue uno de los cientos de estudiantes que protestaban en la capital.
"Los medios estatales dicen que no pasa nada en UPOLI, pero eso es completamente falso," dijo el estudiante.
Los estudiantes se protegieron en el campus durante el fin de semana, después de que la respuesta de la policía a las protestas en la capital pasó de balas de goma a balas reales.
Cuando el estudiante vio que su compañero de clase estaba hablando con un amigo en los Estados Unidos, usó Facebook para enviarle un mensaje a un amigo.
Esa amigo era Owen Dyches.
"Fue surrealista,” dijo Dyches. “Estaba sentado en la isla de mi cocina en mi casa. Sabes, mis padres estaban viendo la televisión, y estaba viendo a personas que conozco ser atacadas por su gobierno.”
Dyches es un estudiante en el Florida Southwestern State College, a más de mil millas de distancia, pero él, como muchos estudiantes de honores de FSW, ha viajado a la capital de Nicaragua, Managua, más de una vez. Regresó de su viaje más reciente el mes pasado y, la semana pasada, FSW recibió a los profesores y administradores de UPOLI para crear un programa de intercambio.
Pero, ahora, esto.
"La policía está entrando, y están disparando con AK-47,” dijo el estudiante. “Los estudiantes no tienen armas. Solo tienen bombas Molotov caseras.”
La conexión se perdió antes de que Dyches pudiera aprender el nombre de el estudiante. Él dice que tiene que asumir que está bien. Pero, los últimos informes que dicen que más de 25 personas han muerto y otras cien están heridas o desaparecidas.
Un profesor de FSW, Bruno Baltodano, abandonó el país durante un tiempo similar – durante la Guerra de las Contras.
Las fotos en la oficina de Baltodano no son retratos familiares tradicionales. Algunos son de sus antepasados luchando por una Nicaragua mejor en décadas pasadas. Otros, como la imagen de un pueblo en llamas, se quedan en su visión después de mirar hacia otro lado.
"La situación que condujo a las protestas no se trata solo de la ley de Seguridad Social,” dijo Baltodano. “Eso fue algo así como la gota que colmó el vaso."
Una de las mayores quejas que han tenido los nicaragüenses también involucra agua. El president, Daniel Ortega, aprobó los planes para un canal interoceánico para competir con Panamá. El proyecto costaría $50 mil millones, al menos. Esto, mientras el país todavía cuenta con la ayuda de grupos como Global Brigades para cubrir sus necesidades de atención médica.
Rachel Walter es la asesora de Global Brigades en otra universidad en Florida. Ella ha estado en Nicaragua cuatro veces, y cada vez, dice ella, el coordinador en Managua hace una gira que incluye los árboles artificiales. La esposa del Presidente Ortega, Rosario Murillo, ama los árboles y, como vicepresidenta, dirigió un proyecto para erigir estructuras similares a árboles en las medianas de la capital.
Walter dice, al ver los videos de esos árboles cayendo habló más fuerte que los cánticos o sirenas o disparos.
http://www.youtube.com/watch?v=qIQGizL-SwI
“Los manifestantes talando estos árboles fueron muy simbólicos de, como, ‘Darme la libertad o darme la muerte,’” dijo Walter. “Tal vez eso es un poco dramático, pero así es como era. Fue muy simbólico ver lo que el gobierno de Nicaragua considera importante frente a lo que la gente de Nicaragua considera importante.”
El hermano del Presidente Ortega, el General Humberto Ortega, está de acuerdo.
El general derrocó violentamente una dictadura con su hermano en la Revolución Sandinista, pero ahora, 40 años después, fue él quien contactó al arzobispo de Managua, pidiéndole a él y a la Iglesia Católica a liderar las conversaciones de paz. Desde el Vaticano, el Papa Francisco pidió el fin de la violencia, y el presidente Ortega, el líder de un país católico, escuchó. El domingo, revirtió sus planes para una reforma de la Seguridad Social.
Humberto Ortega habló con WGCU en WhatsApp debido a las malas conexiones telefónicas. Puedes leer la conversación completa aquí.
Cuando se le preguntó si creía que las protestas terminarían, él dijo: “el pueblo expresa su malestar particularmente por el estilo autoritario de gobernar y por el gran rechazo que genera en mayoría población la imagen arrogante de Rosario Murillo."
Al igual que los árboles que tanto ama a Murillo, las raíces de los disturbios civiles han cavado en la base de Managua. Y, a pesar de la censura de la prensa, los mensajes desde el interior de un campus asaltado por la policía se han extendido mucho más allá de las fronteras del país.